Editorial del 1 de mayo de 2024

Este primero de mayo celebramos el Día Internacional del Trabajo, trabajando. El mundo laboral ha cambiado muchísimo y tras la reforma laboral, en muchos aspectos, ha cambiado para bien. La prueba es que, la economía y el empleo, han desaparecido misteriosamente del debate público. Por eso no hay preguntas en el Congreso, ni para la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ni para el Ministro de Economía, Carlos Cuerpo.

La oposición ha perdido interés, al parecer, en ambos asuntos. Pero los nuevos tiempos exigen adaptación de las leyes a las nuevas realidades. Por eso ayer el Gobierno aprobó un Real Decreto para regular la actividad de los llamados "influencer", los creadores de contenidos audiovisuales para las redes sociales.

Afectará a quienes ingresen más de 300.000 euros al año y superen el millón de seguidores en redes sociales. La nueva regulación les va a obligar a indicar cuándo una publicación es publicidad, también a etiquetar el contenido por edades para que no llegue a los menores porque podría generarles un perjuicio psicológicos, en palabras del propio Escrivá.

Tampoco podrán promocionar determinados productos como el tabaco, los medicamentos o el alcohol. España se convierte así en el segundo país de la Unión Europea en regular esta actividad, detrás de Francia.

Muchos consideran que vamos tarde, pero la palabra regulación siempre despierta suspicacias.