El Periódico, 11 de noviembre de 2003
Ferran MONEGAL
Una entrevista con José Luis de Vilallonga es como ir a pescar en un acuario: siempre acabas llenando el zurrón. Ayer estuvo en La columna (TV-3) presentando el cuarto volumen de sus novelescas memorias. La Otero le preguntó: "En ellas no hay ni una palabra de Aznar". Y el marqués de Castellvell contestó: "Yo sólo hablo de la gente que vale la pena. El general Sáenz de Santa María decía de él: 'Ha acabado pensando que es alto'", y el cachondeo era inmenso. Luego siguió perfilando personajes del momento. Del libro de Pilar Urbano sobre la Reina: "Es una conversación entre dos marujas". De lo que les regalaría a los regios novios: "Un salvavidas". Sobre Ana Palacio, ministra de Exteriores: "No es un palacio, es una posada". Y sobre Ana Botella: "Tiene bonitos dientes". Así fue transcurriendo la tarde, llena de ortodoncias del marqués. La mejor, no obstante, la dedicó a la propia entrevistadora. Le dijo, de sopetón: "Mira, voy a dar una noticia: Felipe González está perdidamente enamorado de ti. Cuando se menciona tu nombre, le dan pasmos". ¡Ah!, había que ver a Julia en ese momento. Se le subieron los colores, perdió el mundo de vista, levitó, y aunque, modosamente, emitió una queja ("¡Ay! no me haga esto. Espero que me esté tomando el pelo"), la verdad es que disfrutaba enormemente. Nosotros también.