El Periódico, 10 de julio de 2004

Ferran Monegal

Emocionada, le dijo a Joan Quintanilla, su excelente y fiel paisajista musical: "Vuelve a poner aquella que me gusta". O sea, vuélvela a tocar, Sam. Y mientras sonaba la voz de Diana King en la banda musical de La boda de mi mejor amigo, Julia nos miró y dijo: "Aquí nos hemos sentido muy queridos. Ha valido la pena. Nunca les olvidaremos. Hasta siempre". Y una lágrima cayó en la arena, como decía Peret en su rumba. ¡Ah!, cerró Julia Otero ayer por la tarde su columna (TV-3), y le cabe la satisfacción de haber sabido hacer las tardes de una TV sin necesidad del revuelto de tomate y menudillos que en otras abunda. En un momento dado dio entrada a Albert Om, que se encargará de las tardes de la teva a partir de octubre. Breve escena, pero sugestiva: la gloriosa saliente y la incógnita entrante. Le dijo él, intentando un humorismo: "Tú has levantado la columna cuatro años. Tanto tiempo enhiesta no es bueno. Nosotros quizá haremos El melindro. Entre todos, mojaremos". Que mojarán no hay ninguna duda. Falta ahora por saber si serán tardes de agua refrescante, clara y limpia, o siestas de chocolate con eso, con melindros.


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